El sobre
Leave a commentApril 7, 2020 by palombo17
Todo había salido a la perfección. Después de dos años de planeación sin duda los spots de radio y televisión eran los más populares y pegadizos de cuanto candidato había para el puesto de jefe de gobierno.
Roberto era el candidato de los jóvenes estudiantes, de las feministas, las minorías y hasta muchos viejos lobos de mar en el mundo de los negocios que en cualquier caso hubieran sido considerados conservadores. Los debates los hizo con una gracia y conocimiento sin precedentes. Nunca en la historia de la ciudad se había visto un candidato tan apto para el puesto de gobernante. Una familia ideal, hermano cariñoso, padre presente y el mejor de los esposos eran algunas de sus credenciales; intachable decía la prensa. Las encuestas no mentían, un 64% de preferencia sería una victoria sencilla, sin rivales, ni polémica.
Fue hasta el 27 de mayo, día en el que llego el sobre.
El sobre contenía fotografías clarísimas de Roberto en una fiesta sexual en donde estaba amarrado a una cama de pies y manos mientras una morena despampanante se sentaba sobre su cara. Roberto tenía en la boca un juguete sexual con el que la morena estaba completamente excitada. La siguiente fotografía lo enseñaba mientras estaba amarrado a la pared y la morena le daba latigazos con un “gato de nueve colas”, además de una en la que estaba haciéndole una felación. Arturo el jefe de campaña no pudo ver ni una foto más porque sabía lo que quería decir.
El sobre contenía una nota la cual explicaba las tres opciones que tenía Roberto. Poner alguna excusa y abandonar la candidatura, ser expuesto en todos los periódicos de la ciudad o aceptar una sesión con una dominadora anónima que daba fecha y hora para la sesión.
Arturo le dijo a Roberto que sin duda la tercera opción sería la mejor de todas por los altos riesgos que implicaría tener que parar esa polémica.
Sería una sesión de una hora y todo el problema quedaría olvidado según lo mencionado en la carta de chantaje.
Fueron cinco largas semanas de espera hasta que Roberto se presentó en la lujosa residencia en uno de los mejores barrios de la ciudad. Ingresó a la mansión y le entregaron un atuendo para su sesión. Sin duda todo hubiera salido en orden si no fuera por la pequeña cámara de grabación que nadie de los presentes vio en la parte alta del caballete de torturas.
Dos semanas más tarde el video fue puesto en todos los noticiarios de la ciudad, redes sociales y en Youtube ya tenía más de 8,000,000 de vistas.
El escándalo no pudo ser contenido por el equipo de trabajo y Roberto se vio obligado a renunciar a su postulación.
En la política, el amor y la guerra todo se vale, pensaba Arturo, ex jefe de campaña de Roberto, mientras disfrutaba un whisky en su nueva oficina en el Palacio de Gobierno. Ser Jefe de Gobierno nunca fue una de mis ambiciones, decía a los entrevistadores, pero no tuve mucha opción cuando Roberto dimitió.