Era un domingo en el que Carlos y Teresa decidieron visitar los Dinamos iban caminando en el 4 Dinamo el más grandioso paisaje imaginable, adelante iba Rufus un labrador con pelo güero como los rayos del sol y que siempre parecía sonreír, un intelectual bilingüe y muy estudioso que podría hacer el muertito, sentarse, ir por la pelota sin nunca dejar que lo engañen con disparos de finta y siempre sabedor de cómo conseguir una carnaza de sus dueños, un poco más atrás estaba Cata un bóxer de pelo café que se asemejaba al tronco de un bonsái y siempre parecía tener cara pensativa, pero a pesar de su aspecto intelectual era una deportista superdotada podía correr, escalar, atrapar pelotas, frisbee o cualquier cosa que le lances era una experta para jugar sola a la pelota dejando la caer de las escaleras o buscando algún tronco para entretenerse, de la mano iban Carlos y Teresa platicando de todos los problemas que habían tenido en la semana en sus respectivos trabajos en lo que parecía una competencia férrea de quien había tenido una peor semana y aún más importante la de quien de los 2 sería peor en cuanto el maldito lunes llegara a sus vidas, con toda la maldad que tiene este día sin sentido. Habían desayunado unas suculentas tlayudas de pollo con frijoles refritos, queso de rancho, crema, lechuga crujiente y las 2 salsas, un café de olla exquisito y un plato de fruta que compartieron con gusto, Rufus y Cata comieron cada uno la carne de un taco de bisteque y agua. Pasaron por 2 de los 4 Dinamos y el paisaje parecía cada vez más majestuoso. Cuando llegaron a la cumbre de la montaña con la vista en una cascada que solo podrían imaginarse en Suiza, que este en la CDMX no hacía más que quitarle majestuosidad, porque es la CDMX nada majestuoso se ve en estos rumbos. La vieron con gran asombro toda su belleza y ruidos exclusivos de la naturaleza cuando decidieron empezar a poner atención de nueva cuenta a lo cerca que estaba el lunes y la plática se volvía a tornar en si el día de Carlos que iba a ir a correr a la mexicana después a clase de 9 a 11 para ir a la oficina de su tío en Arcos hasta las 3 de (ir a trabajar es durísimo tengo que estar de espía de mi tío todo el día y solo me deja bajar por un Starbucks) y después ir a comer a su casa (su mamá Jacqueline cocinaba como los dioses argumentaba Teresa) y después clase de 5 a 9 y tenía que manejar hasta ahuehuetes para ir a cenar con Teresa. O el de ella Clase de 7 a 11 y de ahí a Siclo, un café con sus amigas en Vintage con pipa obvio y a su casa a comer (la dieta no la dejaba comer nada rico) y luego clase de 5 a 7 (pero vas a la Anáhuac eso no cuenta intervino Carlos) de ahí iba a ir a Segafredo con sus amigas y tenía que pelearse con su ma para que la deje ir a la despedida de Natalie en Playa odiaba esas discusiones porque su vida tenía que ser tan dura y esperar a Carlos que siempre llegaba tarde. Cuando intervino Rufus y les dijo y si se preocupan por disfrutar de la sensación del pasto, el ruido de la cascada y la vista impresionante y mañana tratan de no sufrir tanto o buscan otra alternativa. La vida es muy corta como para estar en un lugar que no les gusta y con un inglés digno de cualquier londinense acabo con un “Life is to short” (gracias, Che), Cata intervino además Carlos yo siempre te veo que estas muy contento cuando llegas a comer no me parece que tengas tantas preocupaciones. Rufus le recrimino a Teresa que porque si odiaba tanto a Rachelle y Deby o eso decía todos los días en el teléfono cuando hablaba con Nicole seguía yendo con ellas a Sega o dejaban de quejarse o buscaban otra vida que le guste más. Además Cata no entendía porque tenían que preocuparse por lo que iba a pasar mañana cuando el día estaba tan excelente y con tantas sorpresas habían comido, corrido, explorado, olido cosas nuevas y no podía creer cuánta agua había para saltar y correr, además Rufus siempre le había parecido muy galán y le daba gusto que pasearan juntos en una cita después de 2 semanas cuando fue su primera cita ella le recrimino creí que nunca me ibas a volver a invitar pero en cuanto supe que nos íbamos a volver a ver me deje bañar por Tomas al que siempre le hago problemas. Rufus inmediatamente se voltio con Teresa para decirle que él se lo había estado diciendo que quería ir a verla, pero ella no hacía más que salir de fiesta y entonces el domingo no podían ir juntos al parque.

Carlos y Teresa empezaron a pensar que en el antro ayer los habían drogado o algo por el estilo, pero al darse cuenta de que los 2 escuchaban a sus mascotas entendieron que esta era la realidad de las cosas desde ese día dejaron de verse se dieron cuenta que solo estaban juntos por presión social.

Que forma tan rara la que tuvieron nuestros amigos de darse cuenta de que nos estamos convirtiendo en seres incapaces de vivir en el presente, es decir incapaces de vivir.

Valdría la pena pensar que somos seres dotados de las más maravillosas joyas que son los ojos y hechiceros instrumentales como los odios merecemos las que ser planes a futuro. Además, nada sirven los planes para futuro si los diseña alguien que no sabe vivir el presente.

Y nos queda aprender a disfrutar porque disfrutar es un arte para el que la mayoría tiene escaso talento y poca energía.

Carlos empezó a salir con Nicole la “mejor amiga” de Teresa con la que ya se traía algo desde que se vieron en el puente en el Hana y Teresa empezó a escondidas a salir con María la rubia alta que siempre le sonreía en la clase de filosofía. Rufus y Cata se reencontraron cuando los mandaron a Dogwalkers al bulevar de la luz y reavivaron su amor.

Es curioso como 2 perros tienen que recordar que tenemos ojos que si los aprovechamos son mejores que cualquier joya, oídos que son verdaderos hechiceros instrumentales que de unos pequeños ruidos han logrado crear melodías impensables, 2 perros nos recuerdan que somos mucho mas que planes a futuro.