Después del 19 de septiembre del 2017 la frase “quiere un sándwich o una torta” nunca va a tener el mismo significado.

Mientras veía la ayuda desbordarse y el ingenio florecer. Me di cuenta de porque siempre me he sentido orgulloso de ser mexicano. Siempre creí que era un error un nacionalismo ciego. Los males son evidentes corrupción, delincuencia, desaparecidos, muertos, siempre nos eliminan en los mundiales y no destacamos en las olimpiadas. Porque me sentía tan orgulloso de ser mexicano no lo hubiera podido explicar hasta este 19 de septiembre donde esa frase que escuche sin parar me hizo darme cuenta de la realidad estamos tan asustados de ser mexicanos que tenemos una capa de malicia y malhumor por miedo a ser lastimados, pero cuando llego el momento de la verdad nuestra realidad de amor, solidaridad, ingenio y lo cálido que somos los latinos floreció más que nunca. Si era cargando cubetas, pegando con un mazo, limpiando para poder seguir escombrando, pasando aguas, siendo chofer de equipos de rescate u organizando un centro de acopio sentía un amor por las personas a mi alrededor que no puedo explicar.

No puedo dejar de llorar de tristeza no creo poder quitarme las imágenes de la cabeza por meses, siento un dolor tremendo por las personas que perdieron a alguien, ver mi país destrozado por la naturaleza es mucho más fuerte que todo lo que me hubiera podido imaginar he tenido mil platicas de aquella misma fecha en 1985 la catástrofe y el destrozo, pero por más bueno que seas contado historias verla con tus 5 sentidos es sin duda lo más impresionante que me ha pasado.

No existe una mejor y más mexicana manera de explicar lo que viví que diciendo que chida es la banda. Si era el viejito cargando los víveres que podía, el albañil pegando con todas sus fuerzas, la señora que preparo y repartió tortas, el k9 que se metió hasta adentro de los escombros o el flaco alto que sin saber que hacía se internó en una escuela para salvar gente, los perritos que demostraron una vez más porque merecen tanto cariño, las personas que le daban un abrazo a los voluntarios cansados, los miles de ciclistas, motociclistas, transportistas, personas con coche que fueron a lugares que nunca habían escuchado en su vida, todas las personas cargando, acomodando y distribuyendo en centros de acopio,los recatistas, los soldados, los policías, los bomberos, los extranjeros que nos respaldaron en este momento de dolor y las figuras mundiales que se tomaron unos minutos para darnos aliento, que chida es la banda.

Dicen que las cosas pasan por algo y no me puedo imaginar que una tragedia de esta magnitud no tenga una gran razón de ser. Según yo es una oportunidad que tenemos para quedarnos sin mascara y enseñarnos como sociedad lo hermosos que somos los mexicanos.

#Méxicosiguedepie.

Viva México