El balón no quería entrar no es que no lo estuviéramos intentado es que algo pasaba que parecía brujería ni cuando nos quedamos con 1 más. Los postes, el portero, un desvió, nuestra pata chueca, no sabemos cuál era la brujería, pero era demasiado fuerte.

Faltando 2:46 me puse la playera roja la que me regalo Salame la de la buena vibra porque con la negra de Lalo no me dejaban hacer el 5 al ataque pero que estoy seguro funcionaba desde la mochila. Me puse los guantes, los amarillos de Sabi esos que nunca fallan los de las paradas sin explicación en Berlín los que solo alguien como él te puede regalar. Tenía los Munich de Marcos amarillos que una llamada a las 4 a.m me avisaron que venían de camino y al otro día no lo podía recordar pero que tanta magia tenían que se notaba desde lejos.

Faltaban 2:15 cuando Peta me mando a la cancha y 1:58 cuando salí. Pero cuando volví a entrar faltando 1:43 sabía que era el momento de hacer algo.

1;23 recibí el balón y 1:17 cuando patee al arco con todo lo que tenía el gol sin duda fue mágico un poste gol que no sé cómo se puede explicar con palabras. Pero que fue tan mágico que ni con toda la brujería del mundo se podría evitar.

En el instante en el que golpee el balón se produjo un silencio hasta en el periférico todo era silencio por lo que para mí fueron horas. Hasta que el balón ingreso en la red un grito de gol salió corrí gritando y un abrazo del capi que quedará para la historia gracias a la excelsa foto de Monica Crenier.

No lo esperaba era la macabiada en la que menos estaba participando y mi actuación había sido bastante decepcionante.

Creía que el equipo no estaba jugando a su máximo potencial durante el torneo y la frustración era enorme porque cuando sabes lo grande que puede ser cualquier otro resultado te sabe mal.

Una jugada de maestro del capitán en un saque un poco precipitado, 2 pases y llego el momento de decidir qué hacer teníamos enfrente el arco y la posibilidad del empate faltando 1:17 el portero de Estados Unidos había tapado todo en esa fría mañana donde no parecía calentar al Fishbein ni todas las personas que llegaban para la final de veteranos.

1000 pensamientos pasaron por mi cabeza todo el tiempo que nos preparamos si fallaba se acababa todo con un 2-0 fácil en contra. Me acomode para patear y con todas esas imágenes de mis compañeros dejándolo todo en una preparación sin precedentes decidí patear no lo hice con la derecha porque es de palo ni con la izquierda porque no hubiera sido suficiente patee con el corazón y no solo el mío el de todas esas personas que me acompañaron en ese viaje porque el gol definitivamente fue de todos.

La alegría de saber que 2 años nos vamos a poder acordar de este torneo con algo de alegría y no con la peor frustración de la historia.

La alegría de ganar una medalla a pesar de todo.

En 2021 probablemente en un deporte diferente, pero lo seguiremos intentado la de ORO no deja tus pensamientos ni si la llegas a ganar.