Jugar fútbol es una sensación increíble que no puedo explicar. Muchas veces me cuesta trabajo correr porque no puedo dejar de sonreír mientras juego.

El domingo 5 de julio en el equipo que va rumbo a la Maccabeada tuve la oportunidad de jugar en la cancha en lugar de ser portero. Desde que entre a la cancha sentí una sensación mágica empece de defensa y aproximadamente al minuto 61 me cambiaron de medio no toque muchos balones pero al minuto 68 se juntaron los cracks del equipo de Alan a Bissu a Gerry a Charlie a Simon y este último con 2 goles en su cuota goleadora en el partido tomo la decisión de cederme el balón con los gritos de la banca de palo solo palo solo.

Simón me toco el balón y Charlie como es costumbre dio una instrucción clara 2 toques.

La pare dirigida hacia el arquero voltee hacia el arco y vi que salia precipitadamente y tome la decisión de marcar como Crack globeando al arquero.

En el instante en el que golpee el balón se produjo un silencio hasta en el periférico todo era silencio por lo que para mi fueron horas. Hasta que el balón ingreso en la red un grito de gol salio de mi el abrazo de mis compañeros que corrieron a festejar conmigo y entendí lo que era marcar un gol como esos. Probablemente no fuera el mas importante pero la felicidad que sentí en ese momento es difícil de describir con palabras y les aseguro que meter un gol es un sentimiento mágico y muy difícil de describir que hermoso es el fútbol.

Sigo sin dejar de sonreír porque fue un sentimiento maravilloso.

Ahora a soñar algún día marcar en una Maccabeada.

Gracias equipo vamos por la de oro.